18.9.14

Ya va a haber tiempo. Vamos a existir en ese espacio, donde seamos eso, que deberíamos/ podríamos/ querríamos ser. Eso que suponemos ser. Seremos. Te lo aseguro. No habría por qué no. Somos eso. De alguna forma, y en algún nivel. Cada quien es lo que su auto-percepción indica ser. ¿Por qué no? ¿Qué otra cosa importa más que nuestro deseo? El tuyo y el mío. Ese que se vuelve conjunto cuando queremos y se divide cuando podemos. Voy a reconocer mi placer en tu placer en esos brazos. Voy a encontrarme en tu sonrisa en esos ojos. Voy a divertirme con tu alegría en esa boca. Voy a acompañarte en ese devenir. Puedo. Quiero. Pero ahora. Ahora. En este segundo donde se te posa la mano izquierda en el borde de mi cintura, y se me eriza la piel de ganas. Quedate un rato más. Prometo que tenés el tiempo. Todo el tiempo. Te lo entrego con carta de satisfacción, recomendación y compromiso. Te lo entrego con el gancho al fondo y el gesto alegre. Te lo doy incluso aunque no sea mío para darlo. Incluso aunque solamente sea un decir: te acompaño. Pero ahora. Ahora. Donde la noche es corta. Siempre. Donde la mirada es intensa, y mi cuerpo no quiere despegarse, donde mis poros exhalan e inhalan tu aliento, donde mis cuerdas bocales suspiran tu nombre antes de acostare, donde la hora es un segundo, y mi adicción está en la cumbre de su adicción. Quedate un rato más. Acá, entre las sábanas y la oscuridad. Refugiame un poco más entre tu pecho insomne y tatuame el sin fin de tus rasguños en la espalda. Mirame con la euforia del encuentro. Permitime olvidarme de la norma y la disidencia. Dejame inventarme de cero en el hambre de los dientes contra el cuero. Perdete en mi silencio incrédulo. Confiá en que cuando llegue la hora de las verdades incómodas y las noches de ausencias. Cuando sea el momento de dar vuelta la hoja y seguir escribiendo en otra tinta. Cuando el mutarte-mutarme nos golpee la puerta, y marque ficha. Voy a estar lista. Va  haber tiempo. Todo el tiempo para ejercer un deseo sin reglas, etiquetas y formas. Voy a estar en condiciones de correrme esos centímetros necesarios, y mirarte con la perspectiva nueva. Voy a disfrutar encontrándote de nuevo. Voy a enamorarme de ese amor en tus ojos. Voy a acompañarte con las distancia que se necesite. Voy a ser y reconocerme de nuevo en esa ausencia. Pero en esta declaración supeditada a las circunstancia y la coyuntura de una noche donde no estás. Quedate, por favor, un rato más.

No hay comentarios: