20.6.09


Mil cosas podria decir que no significarian nada
Inclusive podria escribir diciendo verdades insospechadas
Quizas podria correr y recaer en los brazos de aquella
Amena y eterea, considerable e ingenua.

Pero la noche convierte a las palabras complejas y graciles
En inutiles y abominables vueltas de tinta
Escondites inconfiables de lo cierto
Mascaras, antifaces transparentes.

El problema de escribir, es decir
Lo dificil de hablar, es el silencios
El delirio de lo nuevo, es lo viejo
El lugar para los secretos, son los espejos.

Todo este amontonamiento de silabas
Se resumiria rapidamente en una linea
Se guardaria en un susurro
Se expresaria con una mirada

Simple,
Como todo aquellos que parece complejo

Inutil,
Como todo verdadero sentimiento


Entonces, solo queda el milagro del dia
De la luz embellecedora
De la vuelta de pagina
Hata llegar al ocaso
Y caer.




.













¿Mejor no hablar de ciertas cosas ?

18.6.09



En la cumbre de la noche
Te invento insana
Te imagino joven
Te miento santa

Seguramente el delirio me obligue
El cansancio me llama
Mientras el invierno ingenuo me vigila desde la almohada
Que ignorancia amena que vengra en la madrugada

Lo mas probable es que sea tu olvido
Mi olvido de tu escencia
Tu olvido de mi nombre
Nuestro olvido de la urgencia

Tu olvido que me olvida recordarte
Mi recuerdo que me recuerda olvidarte

Pasa el tiempo y el sin nombre nos obliga a intentarlo
El ron rostro nos reta a probarlo

La locura de la demensia
La insana tendencia a volverte
Pura
Nueva
Clara
Ajena

Ajena del mundo mio
De mi mundo ajena
De lo inmundo.





.

14.6.09




Te encontré ahí, tan sola y desprotegida.
Tanto te conozco, tantos te conocen.

En la plaza el frío invierno te hacia hermosa, las hojas caídas de los árboles cubrían el pasto verde, las ramas peladas danzaban con el viento. El banco de cemento gris combinaba con el cielo nublado. Tu imagen solitaria, mirando la nada, recordando.

Que parto duro que tuviste, tanta puja, el poder que disparaba tu llegada, la esperanza de un mundo nuevo, ese cielo lleno de estrellas que espero por vos. Gritos, fiestas, peleas, tumulto incontrolable por lo nuevo, tan frágil y pequeña eras, tan apasionados todo. El temor y la esperanza por lo que venia.
Los niños siempre llegan con un pan bajo el brazo dijeron, hermosa miraste cuando lograste salir de nuestro vientre.

El momento quizás no era el mejor, muchas manos en un plato hacen garabato y es verdad, te manosearon demasiado. Infancia dura la tuya, descubriéndote, mirándote al espejo, no podías fácilmente decidir lo que ibas a ser. Todos te daban una opinión, te amaron, te odiaron, prometías gloria y la envidia es grande. Muerta de miedo y entumecida presenciaste el espectáculo de lo que pensaban hacer con tu vida. Te dominaron, te dejaste dominar, siempre te revelaste un poco. Eras una nena, nada más, sola y luchando contra el poder, no podías ser más, pero querías.

Decidiste que ya podías pararte sola, te dieron una mano, encontraste una mirada y sentiste amor, te explicaron que podías caminar. Lo hiciste, pero marcaron tu camino, te mintieron libertad y quisiste sonreír y te sentiste en paz, de tus entrañas nacieron gritos de esperanza, que ellos sin medir daño obligaron a callar, mataron tu luz y te volvieron a encerrar, te enjaularon. Otra vez el golpe de mano dura, la codicia, la amargura en tu mirada. Pero te mostraron lo que era ser libre y con ese segundo del viento en tu cara te alcanzo para volverlo a intentar.

Muchos pasaron queriendo controlarte, dijeron lo que tenias que hacer, cambiaban las caras que los representaban, pero siempre eran los mismos, el mismo tipo de ser, te obligaron a ceder.
Pero un día, llego él, resurgieron tus ansias, complaciste por un tiempo sus demandas, hasta que aprendiste como hacer para volar. Lo viste llegar con la cabeza gacha, te miró con amor infinito y vos caíste a su merced, te cuido y te amo. Enseñó a amarte, enseño a respetarte, los obligo a ellos a callarse.

Corriste mucho, por largo tiempo escapaste, por mucho tiempo controlaste, pero aunque corrías y corrías, no pudiste escapar. Fuiste la reina de la fiesta, fuiste todo y algo más. Fuiste pueblo, fuiste amor, fuiste esperanza. Fuiste vos en todo lo que querías ser. Las personas te amaron y vos las amaste, las abrazaste en una manta tibia. La primavera parecía eterna, parecía infinito el amor, las ganas de crecer, de saber, de poder.
Pero ellos con las armas te lograron marchitar, esa flor en tu vientre tubo que dejar de intentar. Tus lágrimas llenaron el mundo, tu tristeza invadió cada rincón, el invierno terrible y frío llegó.

Otra vez el golpe duro, intentaron borrarte de cada rincón. Vos, con el corazón roto y en la mano, los miraste con bronca, los miraste esperando tu momento. A él lo echaron y a vos te esclavizaron nuevamente.

Recordando eso, una lágrima solitaria como la luna rodó por tu mejilla, acaricio tu rostro.

El tiempo pasó, la sangre roja de tu vientre, de tus amores rodó. Todo aquel que osó amarte fue puesto en un paredón, todo aquel que te hiciera recordar su nombre, toda persona que quisiera ser pueblo y abrazarte encontró el final bajo tierra, como hojas caídas de un árbol que muere en invierno, los cuerpos llenaron las calles.
Sin embargo la primavera volvió, el sol iluminando tu rostro tu sonrisa sacó. Entonces el cielo celeste y blanco, levantó tu cabeza y pidió revancha. Había pasado el tiempo y las hojas de los árboles, nuevas, gruesas y verdes, esperanza aprendieron a ser.


Joven y grácil, llena de ignorancia. Pediste por él y el retornó a tus brazos, como quien retorna a su hogar después de años de infierno. Pero pensaste que tenías el mundo en las manos, pensaste que eras la venganza, mezclado con lo nuevo. Matando la desgracia. Tu poder era grande, pero, aunque intentaste aprender del pasado, los errores nuevos te carcomieron, muchas buenas intensiones y poca sabiduría. Ellos no perdonan los errores. Vos eterna lo viste morir y sin él, no sabías donde ir. Aprovechando tu confusión, te vieron demasiado rebelde, te creyeron el diablo y se quisieron asegurar que no volvieras a pararte, te quebraron las piernas, te ataron las manos, te pincharon por todos lados, te torturaron, te mataron, te hirieron, te quebraron. Sangraste, sangraste y sangraste. Ríos rojos llenaron las calles, el miedo como fantasma maldito invadió tu alma. Odio, un odio viceral invadió el cielo y llovió durante añares, parecía eterno. Lloraste, gritaste, intentaste, pero te callaron, fuiste muda, fuiste ciega, fuiste miedo personificado.
Cuando salió el sol después de la noche larga, el milagro de la vida se mostró de su manera más amplia. Inocente, frágil, en un rincón muerta de miedo, Te paraste despacio, los pocos que quedaban te miraban nueva, lloraban de felicidad las madres, los pobres, los viejos, los niños, los hijos de los que te amaron, los nietos de los que te parieron, los pocos sobrevivientes de la muerte y el miedo. Vos sonreíste otra vez y tu risa se escucho como ola renacedora por cada rincón de tu extenso, gigante y hermoso cuerpo.
Te abrazó un hijo de tu primer aliado, tenias las mismas esperanzas que en aquel momento, pero con el poco poder que tenía aquel. Vos, lo buscabas a él, a él que te amo, vos buscabas su amor, y aunque muchos te amábamos, vos solo lo querías a él, pero él había muerto en vos, en tu nombre, él no iba a volver nunca.
Te acordaste que antes del miedo y la muerte, el ya se había despedido, con una sonrisa. Vos querías que vuelva tan desesperadamente, que otro extraño con antifaz y usando un perfecto disfraz te engañó y vos lo dejaste entrar, lo quisiste amar, lo amaste, pero era un de ellos encubierto, solo usó sus frases, pero nunca las siguió, nunca las entendió, nunca las amó. Que ingenuo de tu parte, ahora sin armas y sin sangre directa, ellos te dominaron, otra vez.


Otra década de rodillas, otro invierno y vos buscando tu destino.
Que bronca te dio el engaño, que bronca tan grande. Quisiste matarlos, quisiste destruirlos. Desde lo mas interno de tu cuerpo nació un grito unánime. Un grito infinito que intentaron callar y no pudieron, esta vez era tu turno.

Esta vez es tu turno, por eso estas ahí sentada llena de tristeza, la incertidumbre te encierra, si te volvieras a equivocar, si te volvieran a engañar, ¿Podrías renacer otra vez?
Ahora otro más levanta sus frases, ahora otra vez ella que parece cuidarte como madre, otra vez crees que reencarnó y volvió para cuidarte. Pero ¿Cómo podrías estar segura? ¿Cómo? Si sabes que ellos siempre están entre las sombras, si sabes que tienen mil disfraces, mil trampas, mil juegos para dominarte, matarte, obligarte, esclavizarte.


Pero tranquila, amor de mi vida, nosotros, los tuyos, los nuevos y los viejos, siempre renaceremos, siempre te amaremos, siempre te idolatraremos.
Tranquila Argentina, siempre vamos a volver para cuidarte y revivirte de nuevo.
Somos la primavera eterna, estamos listos para derrotar cualquier tristeza.

1.6.09


Si muriera mañana hay un millon de cosas que quisiera haber dicho.

Me arrepentiria de alejar a ciertas personas, de no alejar a otras.

Me arrepentiria de no decir un "quedate" en determinados momentos donde tendria que haber estado

Me odiaria por no decirle a cierta gente mil veces mas un "te quiero"
No haber dichos determinados "te necesito"

Realmente me saca la idea de pensar que no me animo a dedicarme a lo que realmente amo. Me odiaria por no habermelo tomado en serio.

No haber hecho ningun viaje, no habrle dado un beso a personas que realmente deseaba

No haber hablado con personas simplemente por reasultarme interesantes y no haberlo hecho porq sonaria loco hablar con alguien porque si.

No haber ayudado a mas gente.

Porque en este momento quiero decir "te extraño" y no lo hago para no "molestar", no  "ser densa", no "parecer necesitada" o por un simple miedo al rechazo. 



Si me mueriera mañana me arrepentiria de tanto. ¿Porque no tomar hoy como el último dia de mi vida? Si es posible que mañana por cualquier razon no me despierte. ¿Porque no llamar a todos y decir te quiero?, ¿porque no hacer un viaje?, ¿porque no hablar con la gente?, ¿porque no decir  "te extraño"?

Quizas porque si mañana me despierto me doleria "el que diran", quizas porque irme a dormir pensando que puedo mañana morirme me haria vivir pesimista todo el tiempo, porque quizas si pensara eso nunca tomaria responsabilidades porque tengo que disfrutar mi eterno ultimo dia, quizas porque la gente me miraria extraño y pensarian que estoy loca.

O quizas es mas simple, quizas es solo porque no somos tan honestos, ni con el resto como para decir las cosas, ni con nosotros mismo, para aceptar que somos finitos.
Seguramente sea nuestra propia deshonestidad.


Lo único que queda por decir es, espero no arrepentirme.














[ Pucha como me pone Gray ]