12.4.09




Entonces la nena de ojos Grises se quedo en silencio, apretó con fuerza su puño para aferrarse aun más a sus miedos. Lloró un poco, se ocupó otro tanto e intento sonreír, inútilmente. La nena de ojos grises se quedó sola en un rincón queriendo no sentir, queriendo no vivir, tenía todo un plan perfectamente pensado para lo que quedaba, gráfico, cuentas y porcentajes, para nunca volver a mirar, la nena de ojos grises se prohibió volver a llorar.
Arremetió contra el mudo con la cabeza baja, organizo los papeles de su escritorio, la ropa tirada del piso, se ató el pelo bien tirante, los mechones sobrantes los reprimió fuertemente con invisibles, se miro en el espejo y reconoció su ordenado reflejo. Tomó su bolso y los libros, observó la cama y recordó la satisfacción de su pelo despeinado derramado sobre el colchón, una sonrisa escapó de su rostro, fuertemente la controló y salio al mundo, ese tan poco propio, más parecido a una caja de cartón. Saludo a su mayor complejo que se encontraba de espaldas, balbuceando alguna palabras de queja por demás, la costumbre sombría y fría le increpo el cuerpo, quizás cómoda, quizás acostumbrada, la dejó entrar.
La nena de ojos grises se vistió de blanco, abrió algún que otro cráneo y se convirtió en lo que tanto había esperado, diploma en mano, entro en un especial y elitista grupo de cirujanos, alguna vez había soñado con un mundo más justo, algunas vez había sentido la felicidad de la mugre, hoy con la bata impecable de reluciente y la sonrisa falsa y transparente se pasaba por los pasillos del hospital como teniente, saludaba a los subordinados con desprecio entre los dientes.
Los años largos y estirados se acumularon en sus ojos, la mujer de bata blanca no tenía retorno, con sus ojos cristalizados en la nuca de los otros, envidiando y despreciando a esos locos enamorados, se perdía en sus letras, algunas tardes de feriados, recordaba sus aventuras de adolescente descocado. La Mujer de bata blanca se arrepintió de su frío plan calculado, la nena de ojos grises quería un mundo alborotado. La sonrisa la olvidaba a menos que hubiese jurados, con la muerte de su mayor complejo se trepo a un tejado, sin despedidas, ni fiestas, miró a todos lados. La mujer de bata blanca lloró después de muchos minutos convertidos en años que se habían acumulado, grito espantosamente una agonía desesperada. Bajo a la habitación y siguió con sus tareas como si nada. La mujer de bata blanco mató a la nena.










[Lo que espero que no pasé]

2 comentarios:

Ianthym dijo...

H.

ayer te mandé un mensaje como de cuatro páginas para contestarte que no sé si te llegó porque justo se me acabó el crédito. pero bueno, esto era para decirte gracias por subir el texto, es increíble o_o

ymm.. bueno, te mando un beso grande y te deseo cosas lindas para el tiempo que se viene, y espero verte algún día *por casualidad*. n_n


te quiero mucho.

Ianthym dijo...

DIOS, qué horrendo me acaba de quedar ese comentario. es obvio que no sirvo para estas cosas.


bueno, BASTA. hasta dentro de un tiempo, Maru. :)